El señor de los forillos

El señor de los forillos

Un buen día, hace mucho mucho tiempo, el hijo de Arathorn, apodado Estel (Esperanza) capitán de los pueblos libres participó en la creación de la Comunidad del Forillo en el Concilio de Rutë-rond, se pretendía crear un forillo para unirlos a todos, un forillo para para dominarlos a todos, un forillo para atraerlos a todos.

El heredero de Isildur al poco de crearse la comunidad se auto-proclamó líder de la Comunidad y se enfundó el anillo del forillo sin darse cuenta que cuanto mas se lo ponía más era atraído hacia la oscuridad.

El poder del anillo del forillo transformó al príncipe, ya no utilizaba la espada de Elendil para hacer el bien, la usaba a su antojo e incluso son furia ciega cuando algún súbdito osaba criticar alguno de sus actos.

El anillo del forillo comenzaba a ser una carga pesada, comenzaron a llamarlo "El daño de Isildur" porque aún creado con una honorable intención, el anillo del forillo era capaz de corromper a todos los seres, despertando en ellos la codicia por poseerlo.

Ahhh, el poder... el horror que decía Joseph Conrad en "El corazón de las tinieblas", acaban por llevar al portador a un estado depresivo, dejándolo sin apenas fuerzas para razonar, teniendo que ser constantemente ayudado por su particular voz de la conciencia en forma de insecto ortóptero para seguir adelante.

Y así siguió durante largo, largo tiempo el capitán de los montaraces del sur, utilizando su espada para acallar a quien se ponía por delante, hasta que un día su fiel Elendil ajada por innoble uso se rompió en mil pedazos y el príncipe del forillo unificado se transformó en una criatura a la que llamaban Gollum y no cesaba de repetir:

"Mi tesssoro..."

Fin de la primera parte.

Moraleja...

La libertad de expresión amigos mios, es un arma de doble filo, mientras no nos toque en la linea de flotación, hablamos y hablamos sobre la necesidad de mantenerla e incluso de honrarla. ¿Somos o no somos hombres de palabra que nos vestimos por los pies?...Somos, somos.

Un aciago día, a alguien se le ocurre usar su libertad para hacernos una crítica y eso ya, amigos, no es lo mismo, no, no no. La libertad de expresión en este caso, se convierte por arte de magia (cosas de Gandalf tal vez) en instrumento del mal, magia del lado oscuro y eso es intolerable.

Si combinamos crítica y poder la cosa se pone mal. No se puede criticar al poderoso, porque la crítica deja de ser crítica y se convierte en ataque y esto para el poder es intolerable.

Vamos, es tan intolerable que el poderoso puede censurarla, echándola a la papelera del olvido para que nadie la vea, para que nadie sepa, para que nadie diga.



Así es que las papeleras van acumulando critica y el poder se va acumulando de mierda, que no se ve, pero apesta.

Cuando el olor comienza a ser insoportable un bien día alguien abre la papelera y los cadáveres y la mierda salen a flote cual hilillos de plastilina como decía el otro.

unnnnnnnnnnnn interesante relato el poder corrompe eso es verdad a unos mas y a otros menos que como administradora me pongo la primera que no digan que peco y no me meto en el saco, espero mas partes que se ven que las tiene. Mi tesorooooooooooooo....... y a ver quien tiene cojones de quitarle el anillo al portador de este anillo

Il mio tessoro...ahaaa